domingo, 9 de septiembre de 2012

A los adultos


A los adultos
 

Empiezas a vivir.
Cuando vienes al mundo 
inicias a competir por el alimento,
y el abrigo, que tenías antes nacer.
Y aprendes a luchar.




Empiezas a luchar.
Te enfrentas a una vida
llena de retos, en la que intentas lograr
un espacio en eso que llaman hogar.
Y aprendes a crecer.

 

Empiezas a crecer.
Exploras el mundo con tus sentidos
te comunicas de formas distintas,
pero el mensaje es el mismo "Quieres crecer".
Y aprendes a soñar.


 

Empiezas a soñar.
Mientras compartes tus anhelos,
mientras juegas en los sueños,
duermes pensando con lo que quieres ser,
pero aprendes a olvidar.

 

Empiezas a olvidar
El mundo te lleva de la mano,
a lo que él quiere que seas
y lo que quisiste ser, ya no lo quieres.
Y aprendes a cambiar.


 

Empiezas a cambiar
Te haces grande, maduro
hasta que un día te detienes y ves
a otros niños que todavía juegan,
y aprendes a recordar.

 

Empiezas a recordar
La alegría de jugar, de amar, de llorar
de sentir que eres importante,
y entiendes que la vida no es solo
la oficina donde estás,
que hay un mundo más allá,
que puedes alcanzar a pesar
que no eres pequeño,
que puedes disfrutar, donde
vuelves a sonreír, cantar, y soñar,
Y al fin vuelves a VIVIR.

 

Los invito a ver el mundo como niños, para poder sonreír y disfrutar sin miedo al que dirán.
El hecho que nuestro cuerpo crezca y nuestro conocimiento acerca del dolor, y la tristeza haya aumentado, no quiere decir que no podamos sentirnos libres como niños, soñando siempre por un mundo mejor.

Los invito a que recuerden  la alegría de vivir.