domingo, 15 de agosto de 2010

Ella

Ella



Ella vio en un futuro
que otros decidieron no ver,
que con mis escasos ocho años
Yo tampoco vi.

Ella tocó mi corazón
con su cariño y comprensión,
nunca me vio con lástima,
pero sí con mucho amor.

Ella me dio un gran ejemplo
de trabajo, esfuerzo y dedicación,
me enseñó con su gran fuerza de voluntad
que Yo podía ser mejor.

Ella me ha tratado
como uno más de sus hijos,
me ha cuidado y educado
con grandes valores y principios.

Ella que día a día
me ha dedicado sus oraciones
pensamientos y mejores deseos,
es a quien hoy puedo
llamar Madre.




Dedicado a mi gran amiga Yolanda Leiva Urcuyo, quien desde mis ocho años de vida, ha sido todo un ejemplo de entrega, trabajo y esfuerzo, quien al día de hoy cuando mi madre es ausente, sea convertido en más que una amiga para , es a quien puedo llamar madre en este día. Es la mujer que al igual que a sus hijos, dedica a sus oraciones y buenos deseos, es quien ora por mi futura esposa (igual que yo), quien con solo ver mis ojos sabe si una chica me gusta, quien sabe de mi llanto silencioso, de mis esfuerzos, de mis decisiones, quien me apoya valientemente y me aconseja, porque quiere lo mejor para . Ella es a quien dedico este poema por todas las excelentes virtudes que posee y quien para es el mayor ejemplo de dedicación, cariño, fe y amor.

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